miércoles, 28 de marzo de 2007

Sacúdete

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo.
El animal lloró fuertemente por horas,
mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito.
Finalmente el campesino decidió que el animal ya
estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser
tapado de todas formas y que realmente no valía la

pena sacar el burro.
Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a
ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a
tirar tierra al pozo. El burro se dió cuenta de lo
que estaba pasando y lloró desconsoladamente.
Luego, para la sorpresa de todos, se tranquilizó.
Despues de unas cuantas paladas de tierra, el
campesino finalmente miró al fondo del pozo y se
sorprendió de lo que vio ... Con cada palada de
tierra, el burro estaba haciendo algo increíble...
Se sacudía la tierra y daba un paso hacia
arriba..... mientras los vecinos seguían echando
tierra encima del animal, él se sacudía y daba un
paso hacia arriba.
Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro
llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del
borde y salió trotando...
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra...
El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar
un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas
es un escalón hacia arriba.
Recordar las seis reglas para ser feliz:
1. Liberar el corazón del odio
2. Liberar la mente de preocupaciones
3. Vivir sencillamente
4. Dar más
5. Esperar menos
6. Tener esperanza

Disfruta la vida... ¡Sacúdete!




(gracias "J" por lo palazos, yo creo que tu te sabías el final ;o)

Nuestra Brianda





Para más información acerca de El Trabajo de Byron Katie, www.thework.org




Byron Katie experimentó un extraordinario “despertar espiritual” en medio de una vida ordinaria en un pueblecito americano. Con la publicación de AMAR LO QUE ES: Cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida (LOVING WHAT IS: Four Questions That Can Change Your Life), nos muestra que la iluminación está al alcance de todos, una pregunta a la vez.

Muchas personas pasan diez, veinte, treinta años en sincero estudio y práctica espiritual sólo para percatarse de que continúan odiando sus empleos, sus madres, y el ruido ensordecedor proveniente del sistema estereofónico del vecino. ¿Suena familiar? Si es así, de acuerdo con Katie, es porque estamos viéndolo todo al revés. Lo que creemos que es cierto, no lo es, y lo que se nos ha dicho que funciona, no lo hace. Culpamos, tememos y reaccionamos, debido a que no hemos ido hacia adentro a indagar lo que es verdad para nosotros… pero solamente porque no hemos sabido cómo.

Durante quince años Katie ha estado trabajando para cambiar eso, usando un poderoso proceso de auto-indagación que ella llama “The Work” (El Trabajo). Sin ser un camino espiritual o una modalidad psicológica, El Trabajo, consistente de cuatro sencillas preguntas y una “vuelta”, contiene elementos de ambos, mostrándonos cómo sanar nuestras vidas entendiendo nuestros pensamientos. ¿Funciona? Aproximadamente 300,000 personas hasta ahora se han acercado a El Trabajo en las apariciones públicas libres de costo de Katie con una amplia gama de situaciones, desde disgustos menores hasta dificultades aparentemente insuperables, y han experimentado el poder de esas simples preguntas en sus respuestas directas a ellas. Ahora, en las páginas de su nuevo libro, AMAR LO QUE ES: Cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida, el programa de Katie es expuesto paso a paso para el uso de todos, por cuenta propia o con una pareja.

Uno de los dichos favoritos de Katie es, “Yo soy la causante de mi sufrimiento, pero sólo de la totalidad de él”. Aprendió esto una mañana en 1986, luego de un descenso de diez años a la depresión y la desesperanza. Pesando 120kg , adicta a los calmantes, incapaz de de bañarse o de abandonar su cama por semanas, fue a tener a un hogar de rehabilitación para mujeres con desórdenes de alimentación. Fue en el suelo del ático en que dormía que despertó una mañana para descubrir que nada era como había parecido ser con anterioridad: sólo el amor permaceció. Según su despertar se expandía, agonizantes viejos conceptos retornaban. La auto-indagación nació entonces dentro de ella, permitiéndole encontrarse con cada pensamiento doloroso como un maestro y amigo.

Lo que duele, de acuerdo con Katie, es creer lo que no es verdad para ti, argumentar con la realidad. Su propio “deshacimiento”, libre de palabras originalmente, se trataba de examinar pensamientos como “Mi esposo no me ama” y “Mis hijos deben entenderme”. Katie se percató de que ella sólo podía conocer su propia mente. Eventualmente fue capaz de expresar su experiencia en un sencillo proceso escrito: las cuatro pregutas - ¿Es verdad? ¿Puedes, con absoluta certeza, saber que es verdad? ¿Cómo reaccionas cuando crees ese pensamiento? ¿Quién o qué serías tú sin él? Estas preguntas son, dice Katie, “las que el corazón ha estado preguntando por eones”.

Es probable que no hallas despertado, sobre el suelo, en un permanente estado de arrobamiento. Tal vez eres alguien a quien su jefa acaba de gritarle, y de repente no te sientes muy espiritual. Tu mente crea historias y te aferras a ellas: “Mi jefa no me valora”. “Nadie me respeta”. “No debiera molestarme por esto”. ¿Cómo podría El Trabajo ayudarte?

En El Trabajo los pensamientos que experimentamos a diario son la ruta a la liberación. Co-escrito con su esposo, el distinguido autor y traductor Stephen Mitchell, AMAR LO QUE ES, provee los medios para “deshacer” creencias que causan sufrimiento, junto con docenas de ejemplos de El Trabajo en acción con personas de todas las edades y temperamentos: un adolescente idealista, un paciente de cáncer, víctimas de serios traumas y un mercado de valores volátil.

Los principiantes en El Trabajo son exhortados a “juzga a tu prójimo, escríbelo, hazte cuatro preguntas, y dale vuelta”. Así que desglosamos en papel cada pensamiento mezquino que jamás hayamos tenido acerca de nuestro jefe, la familia, los hombres, las mujeres, terroristas... y hacemos un cuestionamiento completo a cada aseveración. Por ejemplo, “Mi jefa no me valora”, utilizando la primera de las cuatro preguntas, preguntarías, “¿Es verdad?” ¿Sí o no? Profundizando más el cuestionamiento, la segunda pregunta, “¿Puedes, con absoluta certeza, saber que es verdad?” Puede ser que encuentres que sólo puedes saber tu reacción a lo que tu jefa hace o dice. Pregunta tres: “¿Cómo reaccionas cuando crees ese pensamiento?” ¿Qué le dices a tu jefa, qué haces? ¿Cómo te tratas a ti mismo y a otros cuando piensas que ella no te valora? ¿Cómo colorea esta historia tu vida entera?

La pregunta final es, “¿Quién o qué serías tú sin ese pensamiento?” Si nunca se te hubiese ocurrido que tu jefa no te valora, ¿cómo te sentirías? Finalmente, sigue “la vuelta”: “Mi jefa no me valora” se torna en su exacto opuesto, “Mi jefa me valora”. ¿Podría ser igualmente cierto algunas veces? Otras “vueltas”: “Yo no me valoro” (mis sentimientos de dolor podrían brotar de que creo lo que mi jefa dice acerca de mí), y “Yo no valoro a mi jefa” (especialmente cuando creo que ella no me valora).




eres lo que piensas que eres (Anthony de Mello)


Al ser preguntado, el profesor Dale Carnegie:
“¿Cuál es la lección más importante que haya usted jamás aprendido?”.
La respuesta fue :
“Porque con gran diferencia, la lección más vital que yo haya aprendido jamás, es la importancia de lo que uno piensa”.
Y agregó,
“Si yo supiera lo que usted piensa, yo sabría lo que usted es. Son nuestros pensamientos los que nos hacen lo que somos”.

Marco Aurelio, el filósofo que gobernó el imperio romano lo dejó escrito en estas palabras: “Nuestras vidas son las obras de nuestros pensamientos”. Por eso si tenemos pensamientos felices, seremos felices. Si tenemos pensamientos desdichados, seremos desdichados.
Carnegie puso el ejemplo de Napoleón y Helen Keller: El primero tuvo todo, gloria, poder, riquezas, pero declaró durante su exilio en Santa Elena: “Jamás he conocido seis días felices en mi vida”. En cambio Helen Keller, que nació ciega y sordomuda, nos dijo: “He encontrado que la vida es tan bella…”. Es nuestra actitud hacia la vida la que marcará nuestro destino. Como dijo Campoamor: “…nada es verdad ni mentira, todo es de acuerdo al color, del cristal con que se mira…”

lunes, 26 de marzo de 2007

Muy buenas, me he animado a entrar en este sitio como autor y oye parece que lo he conseguido, un logro para mi que no me llevo muy bien con la informática... y la razón ha sido porque me parece genial encontrarme con cosas tan maravillosas como las que leo aquí habitualmente, raudales de ingenio, sabiduría y creatividad. Bueno pues yo también quería hacer mi humilde aportación, y erogarme con vosotros a cada rincón del universo y más allá. Os mando un texto que me gusta, me motiva y me inspira, hasta pronto.


PREFIERO

Si no puedo ser alguien que “es”,
prefiero ser alguien que “pudiera ser”,
porque alguien que “pudiera ser”,
es alguien que “puede ser”
que esté tratando de alcanzar las estrellas.


Prefiero ser alguien que “ha sido”,
que alguien que “ha podido ser”,
porque alguien que “ha podido ser”
nunca ha sido,
pero alguien que “ha sido” en otra época,
fue alguien que “es”.


Milton Berle

Respeto

El joven Arturo fue apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques; esto era castigado con la pena de muerte, pero el monarca se conmovió por la honestidad y juventud de Arturo y le ofreció la libertad siempre y cuando en el plazo de un año hallara la respuesta a una pregunta difícil, ¿qué quiere realmente una mujer?


Esta pregunta dejaría perplejo al hombre más sabio y al joven Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo era mejor que morir ahorcado de modo que regresó a su reino y empezó a interrogar a todo el mundo. Interrogó a la reina, a la princesa, prostitutas y monjas, al mismo sabio y bufón de la corte, viajeros y campesinos pero nadie dio una respuesta convincente. Eso sí, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja del reino, pues con toda seguridad ella sabría la respuesta. El problema estaba en el precio, pues la vieja tenía fama en todo el país por el costo exorbitante que cobraba por sus servicios. Llegó el último día del año y Arturo agobiado no tuvo más remedio que consultar a la hechicera. Ella accedió a darle la respuesta satisfactoria a condición de que primero aceptara el precio. Ella quería casarse con Gawain el más íntimo amigo de Arturo y el más noble caballero de la Tabla Redonda. Arturo quedó horrorizado: era jorobada y feísima; tenía un solo diente despedía un hedor que espantaría a un macho cabrío, hacía ruidos obscenos...



Nunca se había topado con una criatura tan repugnante. No quería ni pensar en pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por él una carga así para toda la vida. En cuanto su amigo Gawain, hombre de honor y lealtad, supo la situación de Arturo afirmó que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su compañero además de preservar la Tabla Redonda. Pero, ¡qué boda fue aquella...! Asistió la corte en pleno y nadie se sintió tan desgarrado entre el alivio y la angustia que el propio Arturo. Gawain se mostró cortés, gentil y respetuoso. La vieja bruja hizo gala de sus peores modales, engulló la comida del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos. La corte de Arturo jamás se había visto sometida a semejante tensión, pero prevaleció la cordura y se celebró el casamiento. Cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial, aguardaba a que su esposa se reuniera con él, ella apareció con el aspecto de la doncella más hermosa que un hombre nunca hubiera imaginado ver.

Gawain quedó estupefacto y preguntó qué había pasado. La hermosa joven respondió que como había sido cortés con ella, la mitad del tiempo se presentaría con su aspecto horrible y la otra mitad con su aspecto hermoso. Cuál prefería para el día y cual para la noche? ¡Qué pregunta tan cruel para un hombre! Gawain se apresuró a hacer sus cálculos: "¿quería tener durante el día a una joven adorable para mostrarla a sus amigos, y por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa? ¿O prefería una bruja de día y una joven en los momentos de intimidad?".


El joven Gawain le dijo:- Elije por según tu deseo.


Al oír esto, ella le anunció que sería para él una hermosa dama de día y de noche, porque la había respetado y le había permitido ser dueña y soberana de su vida.Fue entonces al salón donde se encontraban todos, y mostrandose tal y como era, en toda su belleza, dijo:


- ¿Qué quiere realmente una mujer?, ¡quiere ser la soberana de su propia vida!.


Todos supieron al instante que la hechicera había expresado una gran verdad y que el Rey Arturo estaba a salvo. Así fue que el monarca vecino al oír la respuesta le dio la libertad.

Cuento de la tradición céltica

jueves, 22 de marzo de 2007

Erogacion

Pensaba que era una persona culta hasta que empecé el curso de coaching. El primer día en el descanso de las 20.30 mientras estiraba las piernas decidí superar mi hipoglucemia vespertina ya que ese día había comido pronto y de manera frugal; busqué y encontré la máquina de café. Me decidí por un chocolate y como no tenía la tarjeta eché las monedas y La Máquina mientras lo preparaba mostró en su pantallita digital: “erogación”. Apareció mientras el chocolate se hacía y yo no supe lo que quería decir. Bueno, me dije, será lo contrario de “derogación”´(como las leyes cuando se retiran). Pero no estaba seguro sobre el verdadero significado, y para colmo nos dicen en clase que uno cuando no tiene toda la información tiende a construir significados. Me sentía del todo "erogado”. Una máquina de café acababa de darme una lección de humildad. Tras varias semanas de enfrentarme a la maquina martes y miercoles acabé por recurrir al diccionario de la RAE. “Erogar: distribuir bienes o caudales”. Claro. ¿Cómo podría ser otra cosa? De hecho… ¿cómo había podido vivir hasta entonces sin saber que las máquinas de café no dan café, lo erogan? Erogar es un vocablo más apropiado para describir el acto de altruismo de las máquinas de café, que nos distribuyen caudales de chocolate o café cada día. Caudales de vida, de energía, de kinestesia, de luz, de todo. PARA QUÉ dar cuando erogar es angelical. Desde aquel día, cada vez que echo mis monedas en La Máquina (incluso si me invitan Belén, Jorge o Gonzalo) siento un escalofrío llenode gratitud, humildad y posicionamiento. No todos tenemos la oportunidad de contemplar de cerca, un ente erogador de vida. El milagro de la generosidad, el mapa mental mitad torrefacto, mitad natural, el metaprograma del coaching y de los buenos humores de cada semana, está ahí, al alcance de mi mano. Ya nunca será la maquina de café, ahora ella es La Máquina, con mayúsculas. Y sólo de imaginarlo me dan ganas de razonar o visualizar mis lágrimas de la emoción.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Imagina que no eres Kinestésico

Imagina que no eres kinestésico, imagínate que te observas desde un punto discreto de seguridad disociado y que sientes que tu otro tú es capaz de ver, de sentir y de razonar. (si eres visual mírate como eres capaz de sentir sin miedo, si eres auditivo piensaquelohacesdemaneranatural). Imagina por un momento que en casa, en el trabajo, en la calle, con los amigos sientes que te aceptan, que te quieres, que perdonas todo el daño que te hicieron y también el caso que no te hicieron y de igual manera aceptas y amas las diferencias de los que están a tu alrededor, pero desde el corazón y sin esperar nada. Piensa, siente, ve que no eres nada sino que LO ERES TODO, mucho mas allá de tus mapas mentales, tus máscaras y tus meta-programas está tu esencia y formas parte de algo mucho mayor y mas rico que este mundo que miras/entiendes/sientes a través de la mirilla de la puerta, esa puerta de la que sólo tú tienes la llave y que tarde o temprano se abrirá. Asómate, atrévete a cruzar el dintel y experimenta lo que significa ser “un ángel” y cómo es percibir el mundo más allá de tus sentidos. Aprieta tu lunar o tu meñique izquierdo y haz un anclaje a ese estado.




Ya no quiero ser un solo un buen coach que domina interesantísimas técnicas y que pregunta como los ángeles, ahora quiero ser un “Ángel-Coach”

PD. Gracias J por tocarnos con tu ala…

He creado un Angel (Nena Daconte)
(haz dos veces click despacito sobre la imagen)

sábado, 17 de marzo de 2007

Exito de un despacho de Coaching (Azucena Vega)

Éxito de un despacho de Coaching I

Decenas de personas se certifican cada año como Coaches en las distintas escuelas europeas y americanas. Algunas consiguen abrirse camino en esta emergente profesión al lograr atraer a los clientes... Otras, sin embargo, tras titubeantes esfuerzos iniciales, abandonan. Al margen de las tradicionales fórmulas publicitarias –que tal vez ya no resulten eficaces– este artículo ofrece algunas claves que han funcionado a un Coach europeo: el magnetismo o la energía desbordante del propio Coach, la permanente visibilidad como profesional del entrenamiento estratégico, y la construcción de una fuerte marca personal o branding.

Éxito de un Despacho de Coaching

Magnetismo, Visibilidad y Branding

Frente a mi querida bahía de La Concha (San Sebastián, País Vasco), me pongo por fin a contestar a Juan Ferrer, pionero como yo del primer PCO * de España. En un escueto correo electrónico me interroga sobre las razones que fomentan el lleno total de mis despachos de San Sebastián y Bilbao. Impulsada por la punzante curiosidad de Juan, me paro unos momentos a reflexionar por si al dar con el quid de la clientela pudiera serle útil no sólo a Juan sino a otros compañeros que hace años preguntan por mi magia que (por cierto) no es tal.

Llueve y aunque es verano el termómetro apenas alcanza los 18 grados. Ruedan alegres las gotitas cristalera abajo en la Cafetería Biarritz, mirador privilegiado de la playa de La Concha, la isla de María Cristina, el Peine de los Vientos de Chillida, el Sagrado Corazón del Monte Ullía. Buen sitio para disfrutar de un café recién hecho e investigar a posteriori sobre las posibles claves del éxito de un despacho de Coaching abierto hace más de cuatro años.

Convertirse en imán de prosperidad
Ateniéndome a la honestidad y al código deontológico que profeso diré, en primer lugar, que no he hecho nada. Y para no irritar a quienes tengan la amabilidad de leer estas líneas, intentaré explicarme... Entiendo que hay, al menos, dos grandes enfoques ante la vida: uno más vinculado a Occidente donde se apuesta fuerte por la acción, el esfuerzo planificado hacia el logro; otro más conectado a Oriente según el cual atraemos aquello con lo que estamos en sintonía. No hay acto volitivo expreso, no hay sudor ni lágrimas, tan sólo –y acaso– receptividad pura, capacidad de convertirse en imán, en vórtice magnético de prosperidad. Mi experiencia se ajusta más bien a esta segunda descripción.

Lo cierto es que siempre he obviado la posibilidad de que no llegasen clientes a mis despachos: esa opción siempre ha estado fuera del cesto, jamás ha participado en mi horizonte de futuro. Nunca ha estado ni en mi mente ni en mi corazón: bien al contrario, desde mis primeros estudios formativos en Coaching (2002) sentí la rotunda certeza de que trabajar como Coach Estratégico era cuestión, sencillamente, de ponerse a ello. Después, la terquedad de los hechos ha venido a confirmar aquella... ¿hipótesis? en verdad aquella profunda convicción interior o intuición si empleo el enfoque teórico y las enseñanzas de mi admirado Coach Mentor neoyorkino David Matthew.

El Marketing tradicional ya no funciona
Cuando afirmo no haber hecho nada quiero decir que:
– No aparezco en las páginas amarillas de los listines telefónicos de mi provincia.
– No tengo página web.
– No poseo unos folletos ni carpetas con identidad corporativa.
– No he realizado gestión alguna directa ni indirecta con entidades, gremios ni empresas y que...
– No imparto cursos.
Creo, como Daemon Quest, la prestigiosa consultora, que el marketing tradicional ya no funciona en la captación de clientes. Sin embargo, compartiré con Juan Ferrer y con ustedes mi secreto: noche y día, cuando trabajo y descanso, practico una permanente visibilidad como Coach y si aún tiene paciencia para seguir mi texto le explicaré cómo lo hago.

En cada área geográfica de influencia hay signos que cuentan. En la mía, norte de España (Europa) la ubicación de tu empresa es un referente primordial razón por la que poseo un despacho funcional en el centro de negocios de mi ciudad, y una placa informativa en el exterior del edificio de piedra noble. En un mundo sin fronteras e interconectado vía Internet, la informática también cuenta, por lo que tan pronto me certifiqué como Coach profesional conseguí que aceptasen mi currículum en la página web de Asesco, la Asociación Española de Coaching a la que pertenezco con el número 10.077. Otro tanto sucedió con la web de Olacoach donde a veces se hacen eco de mis artículos. Además colaboro con Coaching Mazagine (números dos, cinco y ocho) y asisto a cuantos cursos de Management se realizan en mi entorno. Soy visible en esos foros segmentados y soy visible en mi entorno social: todas mis compañeras del gimnasio saben que soy Coach, mis vecinos, mis amigos y los compañeros del curso de piragua que realizo así como Manoli, que me hace cada día un café con leche cargadito gracias al cual ahora escribo en mi portátil en la Cafetería Biarritz...


Visibilidad y Branding
Soy visible como Coach y sólo como Coach. Desde el principio me creé una identidad –registro de marca personal, branding– exclusiva como Coach: eso y sólo eso es lo que hago. Y como dudo que mis reflexiones colmen la curiosidad de Juan aún añadiré otro dato: el boca-oreja, algo que de nuevo no está totalmente en mi mano... ¿o si? Mis clientes me recomiendan: empresario a empresario, profesional a profesional, gerente a gerente, esposa a marido, estudiante a estudiante y así se va llenando la agenda del despacho, espontánea, serenamente.

Como saben, los expertos desglosan a los clientes en cuatro grandes categorías: los clientes mariposa, rentables pero infieles; los clientes lapa poco rentables pero leales; los clientes promiscuos, que no son rentables y los monógamos.
Pues bien, digamos que la fidelidad de mi clientela –se trate de empresas o de profesionales– es modélica, de otro tiempo. Vienen, logran, se van y me recomiendan. Son clientes monógamos, es decir: fieles, interesantes. Y porque me interesan como personas los mimo con primor en tres fases. Antes de que se conviertan en mis clientes, envío un dossier a quien lo solicite ejerciendo la generosidad pedagógica: explico qué es y no es Coaching, que es razonable esperar del trabajo con un Coach, como cada persona ha de asumir el enorme poder del gigante dormido que yace en su interior... Durante nuestra relación de Coaching aportó generosidad en los detalles, cariño, personalización en los procesos y en los correos electrónicos, paciencia y humor (auténtica cualidad del amor)... Después del trabajo conjunto no olvido el cumpleaños de las personas, ni sus gustos literarios o artísticos y en la medida de mis posibilidades remito libros, invitaciones e información. De nuevo generosidad para cerrar el círculo de atraer aquello que se cree y se practica.

Sé que mi respuesta es poco ortodoxa, Juan, pero es la mía, desnuda, auténtica, sin trampa ni cartón. Deseo que tu despacho desborde clientela monógama y que seas feliz, en verdad lo único que importa.

Copyrigh@ Azucena Vega Amuchástegui, para Coaching Magazine.
Despacho: San Marcial 8, 1º-B-4. 20005 San Sebastián. Guipúzcoa.



Teléfonos: 943-420879 y 943-468625.
SKYPE: azucenacoaching. Email: azucenavega_coach@yahoo.es

viernes, 16 de marzo de 2007

FUNERAL

Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:



















Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.

La agitación en el área deportiva era tan grande, que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velatorio.












Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba:
¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso?, ¡qué bien que el infeliz murió!!
Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban saliva. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, ...cada uno se veía a si mismo.
Solo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TÚ MISMO!

Tú eres la única persona que puede hacer una evolución en tu vida. Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tu eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.

TU VIDA NO CAMBIA CUANDO CAMBIA TU JEFE, CUANDO TU EMPRESA CAMBIA, CUANDO TUS PADRES CAMBIAN, CUANDO TU PAREJA CAMBIA.
TU VIDA CAMBIA CUANDO TU CAMBIAS. ERES EL ÚNICO RESPONSABLE DE ELLA."

"Los tristes piensan que el viento gime, los alegres piensan que canta".

"El mundo es como un espejo que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia".

jueves, 15 de marzo de 2007

No todo es lo que parece...


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!.
- Jorge Bucay

miércoles, 14 de marzo de 2007

EFECTO "J"


Creí que empezaba a ser coach, que estaba incorporando las "preguntas poderosas", que en breve lo dominaría todo... Llego a una clase de J y salgo lleno de humildad, con muchas horas de estudio pendientes además de miles de horas de observación y millones de horas de prácticas por hacer.

Gracias J por devolverme a mi verdadero estatus de estudiante!

lunes, 12 de marzo de 2007

Cuento Sufí



El genio, recién liberado le dijo al pescador: - Pide tres deseos y te los daré. - Me gustaría - dijo el pescador - que me hicieses lo bastante inteligente como para hacer una elección perfecta de los otros dos deseos. - Hecho - dijo el genio - ¿cuáles son los otros dos? - Gracias. No tengo más deseos


sábado, 10 de marzo de 2007

EL Elefante Encadenado

El elefante encadenado

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el
elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el
elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía creía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Fragmento de "Dejame que te Cuente" (Jorge Bucay)

viernes, 9 de marzo de 2007

Las Máscaras (Amado Nervo)

LAS MÁSCARAS

C
ada año pone en tu faz una máscara
Este, alegre; aquél, otro triste; el venidero, gesticulante y ridículo.
Cada año pone en tu máscara, y se va ...
Pero tu yo impasible, el que sólo conocen los dioses,
sabe que él no es la máscara;
que él ni sonríe, ni llora, ni gesticula.
Tu yo, al verse en el espejo a través de las ventanas cada vez menos luminosas de los ojos,
se dice a sí mismo:
"He aquí el antifaz nuevo que me ha puesto la vida",
... Y sigue pensando en otra cosa.
Muchas de tus máscaras han quedado por largo tiempo en las fotografías.
Durarán más de lo que merecen.
Pero ninguna ha sido en ningún momento la expresión exacta de tu yo.
Que esto te enseñe a buscar en los hombres la fisonomía interior, la fisonomía escondida.
Alguna vez podrás decir: ""aquí hubo un ángel y yo no lo sabia".


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De casualidad llegó a mis manos esta poesía de Amado Nervo de su libro Plenitud
( http://es.geocities.com/biblio_e_nervo/plenitud.doc ), fué en febrero, justo después del carnaval ¿otra casualidad?, y tuve la suerte de que me la leyera Gustavo Bertoloto, con su voz grave y argentina, consiguiendo si cabe un mayor impacto.
Cada año, cada situación, nos pone una máscara que a veces ni siquiera elegimos notros.
¿Somos esa máscara, ese rasgo de nuestra personalidad?
Según la etimología tradicional de persona, la palabra viene de personare ‘resonar’ y alude a la máscara que los actores usaban en el teatro antiguo. Esta máscara tenía un orificio a la altura de la boca y daba a la voz un sonido penetrante y vibrante: personare ‘resonar’. Así pues, persona significaría primero ‘máscara’, ‘papel del actor’, ‘carácter’ y finalmente ‘persona’.

Amado Nervo habla del yo impasible, del que está detrás de la máscara casi como un observador del teatro de nuestra vida, ese yo esencial que otros llamaríamos alma y que es mucho mas que una mera resonancia. Si lo piensas, verás cómo a veces somos propietarios de una máscara que nos hace prisioneros y de la que es muy difícil escapar, pero que nos obliga a actuar de maneras que no son las mas favorables para nosotros ni nuestro entorno.

Yo sigo en la búsqueda de mi yo impasible y del mundo al que pertenece, quizás consiga que esa luz se escape por los agujeros de la máscara y poder ver el escenario con otra perspectiva, quizás la luz vaya hacia adentro y pueda alcanzar "la iluminación". Mientras tanto estaré muy atento a los ángeles que hay aquí y que aún no he descubierto ¿serás tú uno de ellos?.

ECB

jueves, 8 de marzo de 2007

en el Camino de Santiago...

...me encontré este cartel a la salida de Triacastela (Lugo):